Como un complemento imprescindible al post "Sendas y estilos del Yoga", donde he querido ofrecer una descripción más técnica sobre ellos, EXPERIENCIAS quiere recopilar de una forma personal y cercana cómo han vivido amigos y profesionales del Yoga, la senda o estilo que más les gusta practicar, o por el contrario, aquella que nos les ha gustado y porqué.
KARMA YOGA por Antonio González (Mohan) VOLVER a Sendas del Yoga
Es un camino espiritual especialmente recomendado para aquellas personas más inclinadas a manifestaciones externas más que a la contemplación.
La acción en Karma Yoga implica dos aspectos fundamentales:
- El desapego del fruto de las acciones. No esperar nada a cambio.
- La consagración (dedicación de las acciones y sus frutos a la Consciencia Suprema, al Absoluto).
Con el Karma Yoga uno se convierte a través de sus acciones en reflejo de la armonía del Cosmos.
En un mundo como el actual, donde priman el individualismo y la búsqueda del beneficio inmediato personal, ser un auténtico karma yogui casi es ser un héroe espiritual. El karma yogui cancela el ego y el egoísmo y se acerca a los otros no desde la personalidad, sino desde la esencia, desde ese Ser Supremo que habita en todos y en todo.
El texto tradicional para conocer qué es el Karma Yoga es el Bhagavad Gita, insertado en la epopeya Mahabharata. En este texto el protagonista Arjuna le pregunta a Krishna qué es mejor si la renunciación a través de la contemplación o el yoga a través de la acción. La respuesta de Krishna es una de las frases más célebres del Bhagavad Gita:
- “Aquél que consigue ver la inacción en la acción, y la acción en la inacción es un sabio entre los hombres y en todos sus actos encuentra la paz”.
Otros aforismos de la obra que nos sirven para entender el Karma Yoga:
- “Aplícate a lo que tengas que ejecutar con entero desprendimiento, con completo desapego. La persona abnegada en todos sus actos alcanza lo supremo”. Plantea la disolución del ego para promover una visión clara de la solidaridad, el amor y la compasión. Sin egoísmo ni vanidad, sin necesidad de poseer.
- "Firme y constante en el yoga, cumple tus deberes, renunciando a todos los apegos y por igual sereno en el éxito que en el fracaso. Esta imperturbabilidad, este equilibrio se llama también yoga”.
- "Debe considerarse como perseverante renunciante aquél que nada desea y nada aborrece, pues a quien no afectan los pares opuestos, con facilidad se libra de las ataduras de la acción”.
- “Y cuando deje de fluctuar la mente entre las contradicciones de todas ellas y descanse inmutable en la divina contemplación, alcanzarás la unión espiritual”.
Profesor de Yoga
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