9/29/2019

Cap. 3 Historias de una Serena: "Menos es más"



Y creo que con eso no haría falta decir mucho más. Menos es más es una frase que puede aplicarse a casi cualquier aspecto de nuestra vida. Pero antes de adelantar nada sobre mis conclusiones os contaré cómo y porqué digo esto tras mis viajes en mi pequeña Serena.


Más allá de a donde viaja uno, las fotos que haga, los recuerdos, las aventuras vividas, las personas conocidas. El gran denominador común siempre suele ser el mismo, el regreso a casa.

Para algunos regresar suele ser motivo de tristeza, el viaje ha llegado a su fin, para otros de alivio, posiblemente el viaje estuviera haciéndose muy largo o penoso. Y en otros, simplemente de continuidad. Ninguno es mejor que otro desde luego, es un regreso.

Cuando regresé a mi casa este año, algo muy poderoso llamó mi atención más que en otras ocasiones:

           Cuanto se derrocha innecesariamente. 

Cuanta comida, cuanta agua, cuanto jabón, cuanta ropa, cuantas pinzas para tender, cuanto espacio, cuanta energía, cuantos pensamientos..

Agua durante el viaje no me faltó, pero al llegar a casa y abrir el grifo, tras tres escasos segundos mi mano se fue escandalizada a cerrarlo con la sensación de que estaba desperdiciando agua. Y no es que lo sintiera, es que lo hacemos.

Mientras me cepillaba los dientes, pensaba que con el agua de esos segundos seguramente hubiera podido hacer muchas otras cosas, como por ejemplo, haberme lavado los dientes durante toda la semana o haber dado de beber a mi perra. Ni que decir del agua empleada en la ducha o en la lavadora.

Me hizo recordar el personaje protagonista del libro “Tuarej”, cuando llega a la ciudad en busca de su honor ultrajado y contempla horrorizado el uso que se hacía del agua. Decía, observando alguna escena cotidiana algo así como que, en escasos momentos una persona derrochaba el agua que podría necesitar un Tuajer durante toda su vida. En aquellos momentos me pareció una exageración, pero que cosas, igual no lo es tanto.

Y no solo el agua, la comida también. Ves con qué poco se puede ir haciendo el día a día. Te das cuenta como comienzas a alimentarte de otras cosas, como los paisajes, los edificios, las estrellas y los atardeceres. Claro que comes! Pero comes por que el cuerpo te lo pide, no porque te toque comer o por ansiedad.

La ropa..¿Quince o veinte días con tres camisetas, dos pantalones y tres mudas? Más que suficiente. Claro que de esto si te das cuenta durante el viaje, y es cuando te preguntas. ¿Para qué tengo llenos de ropa los armarios realmente?

Menos es más. Mucho más.. Y acabo de recordar que esta frase es de mi libro “Tú ya sabes meditar” jaja. Ya decía yo que me sonaba.

El espacio. Y tanto que se puede hacer vida en tan poquitos metros. Nos hacemos al espacio de forma exponencial y nos olvidamos que en otros momentos pudimos vivir con mucho menos. Más espacio tengo, mas lo lleno de cosas.

Los pensamientos decía, y seguro que te quedaste con ello, que también derrochamos pensamientos. ¿Qué hago aquí?, ¿Dónde voy ahora?, mi trabajo esto o lo otro,.. en definitiva, los archienemigos del momento presente y que son materia para otros textos.

Menos es más, y creo que esta forma de viajar no hace más que alimentar la forma en la que quiero vivir. Vivir sin derrochar, por que no hay necesidad. Vivir agradecido, porque lo que tenemos, no nos pertenece aunque a veces pagues por ello. Vivir más libre, porque quien más gasta, más necesita. Y no es ni por el planeta ni por seguir campañas sociales o políticas, sino porque todo cambia y si no somos conscientes de ello, desapareceremos.


Gracias por vuestros comentarios e impresiones sobre todo aquello que creéis que derrochamos u os habéis visto reflejados en este capítulo de “Historias de una Serena”, así como por vuestras sugerencias para escribir capítulos futuros o si lo preferíis, escribirme a través del formulario de contacto.

Hasta el próximo capítulo!!


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Autor y profesor de yoga


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